El acoso laboral, también conocido como mobbing, es una forma de violencia que se presenta dentro de la relación laboral. Se trata de un comportamiento hostil y reiterado hacia una persona con el objetivo de intimidarla, opacarla, amedrentarla o consumirla emocional o intelectualmente. Esta conducta se realiza con la finalidad de excluir a la víctima de la organización o satisfacer la necesidad del hostigador de controlar o destruir.
El acoso laboral se presenta de manera sistemática a través de una serie de actos hostiles hacia un trabajador, lo que significa que un acto aislado no puede ser considerado como acoso laboral. Esta conducta puede tomar diversas formas, como la exclusión de las tareas asignadas a la víctima, agresiones verbales, excesiva carga de trabajo, entre otras. Todos estos actos tienen como finalidad mermar la autoestima, salud, integridad, libertad o seguridad del trabajador.
Es importante destacar que el acoso laboral puede presentarse en tres niveles según quién adopte el papel de sujeto activo. El nivel horizontal se da entre compañeros del ambiente de trabajo, en el que el activo y pasivo ocupan un nivel similar en la jerarquía ocupacional. El nivel vertical descendente se da cuando la agresión o el hostigamiento laboral se realiza entre quienes ocupan puestos de jerarquía o superioridad respecto de la víctima. Por último, el nivel vertical ascendente se refiere al hostigamiento laboral que se realiza entre quienes ocupan puestos subalternos respecto del jefe victimizado.
El acoso laboral tiene graves consecuencias para la salud física y emocional de las personas que lo sufren. Los trabajadores pueden presentar ansiedad, depresión, estrés, trastornos psicosomáticos, insomnio, entre otros problemas de salud. Además, el acoso laboral puede afectar su rendimiento en el trabajo y provocar la pérdida del empleo.
Es fundamental que las empresas adopten medidas de prevención y denuncia para erradicar el acoso laboral en el ambiente de trabajo. La promoción de una cultura organizacional de respeto, la capacitación y sensibilización de los trabajadores, la creación de protocolos de actuación y la promoción de canales de denuncia son algunas de las medidas que se pueden implementar para prevenir y combatir el acoso laboral.
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